Termas Romanas de Torrox

El legado romano de las Termas de Torrox:

Un complejo termal del siglo I, de la vida cotidiana romana ,en un enclave único a orillas del Mediterráneo

En el litoral de la Axarquía malagueña, a escasos metros del Mediterráneo, se encuentra uno de los tesoros arqueológicos más fascinantes de la Costa del Sol: las Termas Romanas de Torrox. Este complejo termal, datado entre los siglos I y IV d.C., es un testimonio vivo de la importancia que tuvo la región durante la época romana y ofrece a los visitantes una ventana única al pasado.

Las termas fueron descubiertas en 1905 durante la construcción del faro de Torrox, lo que dio inicio a una serie de excavaciones que han permitido desentrañar la historia de este enclave. El complejo formaba parte de una villa romana dedicada a la producción de garum, una salsa de pescado muy apreciada en la antigüedad. La proximidad al mar y la riqueza pesquera de la zona fueron factores determinantes para el establecimiento de esta industria.

El yacimiento, situado en la pedanía de El Morche, se extiende sobre una superficie de unos 2.000 metros cuadrados. Los visitantes pueden recorrer las distintas estancias que componían las termas, incluyendo el apodyterium (vestuario), el frigidarium (sala fría), el tepidarium (sala templada) y el caldarium (sala caliente). Además, se conservan restos de los hornos que calentaban el agua y el sistema de hipocausto, un ingenioso método de calefacción por suelo radiante.

Una de las características más notables del complejo es la presencia de mosaicos policromados que adornan los suelos de algunas salas. Estos mosaicos, con motivos geométricos y florales, son un ejemplo exquisito del arte romano y han sido cuidadosamente preservados. Los visitantes también pueden apreciar los restos de las pinturas murales que decoraban las paredes, ofreciendo una idea del esplendor que debió tener el edificio en su época de apogeo.

El yacimiento cuenta con un centro de interpretación que complementa la visita con paneles informativos, maquetas y reproducciones de objetos encontrados durante las excavaciones. Este espacio ayuda a contextualizar la importancia de las termas dentro de la vida cotidiana romana y su relación con la industria del garum. Además, se organizan visitas guiadas que permiten a los turistas sumergirse en la historia del lugar de la mano de expertos.

Las Termas Romanas de Torrox no solo son un atractivo cultural, sino que también se integran en un entorno natural privilegiado. La cercanía a las playas de Torrox Costa permite combinar la visita arqueológica con el disfrute del sol y el mar. Asimismo, la zona ofrece numerosas opciones gastronómicas donde degustar la cocina tradicional de la Axarquía, rica en pescados y productos de la huerta local.

Para los amantes de la historia y la arqueología, las termas son solo el comienzo de un viaje por el pasado de la región. En las cercanías se encuentran otros yacimientos de interés, como la necrópolis del Faro de Torrox o los restos de una basílica paleocristiana. Además, el casco histórico de Torrox pueblo, con sus calles estrechas y casas encaladas, ofrece un contraste interesante entre el pasado romano y la herencia andalusí.

La visita a las Termas Romanas de Torrox es una experiencia enriquecedora que transporta al viajero a través del tiempo. Es un recordatorio tangible de la huella que dejó el Imperio Romano en la península ibérica y un ejemplo de cómo el patrimonio arqueológico puede convertirse en un recurso turístico de primer orden, capaz de atraer a visitantes de todo el mundo interesados en descubrir los secretos que esconde la Costa del Sol más allá de sus playas.